El ganado ovino y su papel fundamental
Castilla y León es la Comunidad Autónoma más grande de nuestro país, y el 24% de su superficie está destinada a pastos permanentes, lo que hace del pastoreo una herramienta necesaria para el mantenimiento de esas áreas.
El ganado ovino ha sido la solución tradicional para el aprovechamiento de estos pastos, tanto los grandes rebaños transhumantes como los pequeños rebaños que se mantenían en la práctica totalidad de nuestros municipios.
Nuestras razas autóctonas son las que mejor aprovechan las cubiertas verdes de los pastizales y, además son capaces de alimentarse en las rastrojeras y montes de nuestra comunidad. Su presencia mantiene a raya el crecimiento de especies arbustivas, fertiliza el suelo, aumenta la biodiversidad de los pastos y fija población en los entornos rurales.
Consumir lechazo autóctono (churro, castellano y ojalado) es la forma de permitir que estos rebaños sigan haciendo su labor ecológica a lo largo y ancho de nuestra Comunidad.